El secretario y músico de la agrupación Planakanta, habla sobre su acercamiento con el folclore de América Latina
Juan Jose Damià tocando la guitarra durante un ensayo de la agrupación musical Planakanta. Castellón de la Plana. Foto: ELIANA TRÍAS
Eliana Alejandra Trías. Vila-real
Juan José Damià es secretario y músico de la agrupación musical Planakanta. La música lo acompaña desde su época más juvenil, donde junto con su grupo de amigos (que aún se mantiene) descubrió el folclore latinoamericano. La curiosidad y pasión por este ritmo lo ha llevado a viajar por el sur de América, para conocer de primera mano los paisajes que describían esas canciones que con el tiempo fue perfeccionando para poder llevar a los escenarios una interpretación apegada a las raíces folclóricas. Además, su lengua materna, el valenciano, es algo que no deja atrás, y ha logrado conseguir junto a Planakanta que el folclore de América Latina, el valenciano y Joan Manuel Serrat puedan estar unidos.
¿Cómo fue el acercamiento con el folclore del Sur de América?
Desde muy jóvenes, éramos aficionados a la música, con la guitarra y fue una época sobre los años 70 donde el folclore de Latinoamérica llegaba aquí a cuentagotas, pero era muy intenso, por ejemplo Mercedes Sosa. Por casualidad conocimos a Los Fronterizos, y todos esos grupos, todo unido a más cosas que nos venían de Latinoamérica. Era un tipo de música que era sencillo de tocar, no necesitamos mucha orquestación ni necesitabas amplificaciones, y así empezamos a imitar esa música y nos fuimos envenenando de Los Fronterizos que hacían siempre juegos de voces.
¿Cómo nació Planakanta?
Teníamos 16 años o 18 años y a veces íbamos a pubs a cantar y teníamos un cuarteto para ganar cuatro perritas. Tenemos un grupo de amigos, que hace poco acabamos de cumplir 50 años de amistad. Ese grupo de chicos y chicas, siempre que estábamos de fiesta, al salir nos sabíamos todas las canciones de todos los grupos y cantantes folclóricos latinoamericanos. Pasaron los años, uno se casó y nos reencontramos y dijimos de grabar aquellas canciones para nosotros mismos, como un recuerdo. Para distraernos y hacer música, al final hicimos un grupo mixto entre instrumental y coral para que todos pudiésemos participar.
¿A qué se debe el nombre Planakanta?
Plana de Castellón de la Plana y canta de cantar. Planakanta, sin desgastarnos los sesos. Empezamos con folclore argentino, y por temas profesionales y personales, había gente, incluyéndome que viajamos mucho a Cuba, a Chile y a Perú y nos dimos cuenta de que la gente era de esos países, no solo de Argentina y decidimos ampliar nuestro repertorio. Desde el sur viajamos a través de la cultura de cada país, con ritmos, empezamos canciones chilenas y argentinas que están el sur, y vamos subiendo hacia Perú, Venezuela, saltamos a Cuba, pasamos por Brasil…
¿Cómo realizan la selección del repertorio?
De cada país seleccionamos una canción, un ritmo, lo que nos parece más interesante, por ejemplo, de Venezuela tenemos Maracaibera, el Diablo Suelto. La parte instrumental nos defendemos bastante bien, porque tocamos el tres cubano, el cuatro venezolano, el arpa; y las chicas cantan y hacemos arreglos para hacer un juego de voces. Estamos bastante coordinados.
¿Todos los integrantes del grupo son de nacionalidad española?
Sí, hemos tenido alguna latinoamericana, pero sí. Aunque no se nos nota cuando tocamos, el habla de las canciones, los ritmos. Nosotros disfrutamos presentando en valenciano, y cantando a lo mejor algunas palabras quechua. Ahora hemos reflexionado y hemos incluido a Serrat, para unir los ritmos de España, hay muchas variaciones del folclore latinoamericano que tiene una semejanza. Y hemos decidido versionar a Serrat con el estilo Planakanta, y llevamos sus canciones a los ritmos latinoamericanos. Por ejemplo, Paraules d’amor en una samba argentina.
¿Cuál diría que es la importancia de la música para fomentar la integración entre culturas distintas?
Nosotros lo que hemos intentado es llegar a la gente de Latinoamérica que está aquí, lo que pasa es que a veces Castellón se queda un poco pequeño, comparando a presentaciones que hemos hecho en Valencia o Madrid. Nosotros lo planteamos como una manera de sensibilizar a la gente que aquí para impulsar el hermanamiento con Latinoamérica. Durante una presentación que realizamos en la UJI, y durante el discurso, estuve hablando sobre la importancia que ha tenido América Latina con la historia de España, desde la migración. Mi abuelo estuvo exiliado en México, vivió diez años en México y siempre ha hablado maravilla de ese país. La memoria es muy corta, y durante la guerra civil la gente emigró, por la guerra y por la represión franquista, y aún hoy hay gente que sigue viviendo en Latinoamérica y están ganándose la vida allí. Yo quise trasladar ese mensaje, de lo que debemos a América Latina. Siempre donde vamos, sin entrar en cuestiones políticas, intentamos trasmitir la bondad del mestizaje, de nuestra conexión y las cosas que hay por descubrir.
¿Dónde podemos ver a Planakanta? ¿Cuáles serán las actuaciones?
Este año hemos decidido ir a pueblos de la provincia, tenemos alrededor de nueve actuaciones confirmadas. En Moncofa, Nules, La Llosa, Chilches, Artana, Segorbe. Hay varias presentaciones este año y buscamos también salir de la provincia, pero no hay nada confirmado.
¿Qué es lo que más le gusta del folclore latinoamericano?
Lo que más me gusta es su sencillez. Es un ritmo fácil de expresar, y además transmite paisaje y paisanaje, cantando, puedes conocer culturas, o puedes conocer ciertas cosas de ciertos países y eso es lo que más marca. Es música bonita, fáciles de entender y transmiten cosas necesarias de conocer. Fui a Argentina después de estar cantando durante 20 años el folclore de ese país, y me fui porque quería conocer los paisajes de las letras que cantaba. Nosotros hemos idealizado todos estos países, por ejemplo Venezuela es un reto, porque queriendo tocar un aguinaldo no hemos podido porque es muy difícil de tocar y su ritmo.
¿Cree que Castellón necesita más impulso en la parte cultural?
Hoy en día, Castellón ha cambiado, con las fiestas de la Magdalena, la gente que ha venido de los pueblos, pero considero que también va con la personalidad y la forma de ser del castellonero. Comparado con otras ciudades, la gente de soca usualmente también tiene una segunda vivienda y hay unos meses durante el año que las personas se van fuera, y la ciudad queda un poco vacía. Lo importante es que hay mucha gente que nos ve y le gusta, se acercan a decirnos que está muy bien logrado, la puesta en escena y eso es fundamental.
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