El médico, Sergio Ogueta Baza, en su consulta en Quironprevención en Vila-real. Foto: ELIANA TRÍAS

Eliana Alejandra Trías. Castellón de la Plana

Los sanitarios desempeñan un papel crucial para la sociedad, desde la garantía del bienestar, la relevancia de los conocimientos, y la lucha contra las enfermedades. Médicos, enfermeras y otros trabajadores de la salud están presente en la vida de todos los ciudadanos, siendo un ámbito de extrema necesidad para garantizar una atención sanitaria de calidad para todos. La provincia de Castellón, según los últimos datos de INE (Instituto Nacional de Estadística), cuenta con 4.630 entre médicos, diplomados en enfermería y diplomados en enfermería con título de matrona. Marilin Montilla, médico general y de nacionalidad venezolana, destaca la gran diferencia que hay en la actualidad con el sistema de salud de dicho país. «En comparación a Venezuela, hay una gran diferencia por la escasez y la falta de insumos. Aquí tenemos de todo y hay ese beneficio que en mi país no lo viví ni como estudiante ni cuando ejercí», expresa Montilla, quien además hace énfasis en el valor que le da a que sus pacientes la vean como amiga que les puede ayudar y orientar y no como una persona que solo puede recetar un medicamento. 

Los migrantes sanitarios provenientes de América Latina llegaron a Castellón con la esperanza de construir un futuro mejor, tanto para ellos como para sus familias. El COMCAS (Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Castellón) confirma que hay más de 300 colegiados de nacionalidad latinoamericana colegiados en la actualidad. «El porcentaje de colegiados es muy alto, aunque habrá gente que esté trabajando en otras provincias y, además, probablemente haya más gente trabajando que colegiados», comenta Carlos Vilar Fabra, presidente del COMCAS.  Asimismo, ha expresado que el idioma es un valor fundamental para los sanitarios de América Latina, ya que es más sencillo. «Somos más parecidos en todo y es más fácil para la integración y también con el trato para los pacientes, lo cual es una ventaja», expresa Vilar Fabra.

A pesar de su dedicación y habilidades, los sanitarios latinoamericanos enfrentan varios desafíos. La homologación de títulos es una de las barreras difíciles de superar. Marilin Montilla recuerda que el proceso de homologación tardó bastante. «Para ingresar los papeles es fácil, pero hasta que obtuve la homologación esperé un año y nueve meses aproximadamente», expresa la médico venezolana. Por otro lado, el presidente del COMCAS manifiesta que el proceso es una garantía para los compañeros y pacientes, ya que hay que ser rigurosos y verificar que toda la documentación y titulación es correcta. Sergio Ogueta Baza, médico argentino de Quironprevención, comenta que el procedimiento es totalmente pasivo, y contó con el apoyo de su facultad, pero la espera es el proceso más difícil. «Aunque no tenía el título homologado, me vine para no estar sin mi familia. Además, hay un certificado que exigen que tardó unos tres meses», expresa Ogueta.

Entrada del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Castellón de la Plana (COMCAS). Foto: ELIANA TRÍAS

La presencia de estos profesionales ha enriquecido enormemente el sistema de salud en Castellón. No solo aportan sus conocimientos médicos, sino también una diversidad cultural que mejora la atención al paciente. «Aportamos un montón, aquí tenemos la dificultad para ejercer las especialidades, por lo que en medicina general aquí sobrecalificamos. Somos un recurso sumamente útil para el sistema sanitario», comenta el argentino. Marilin Montilla comenta que lo que más puede aportar es la parte humanitaria, el no mirar al paciente como un número, sino como persona que necesita ser escuchada. «Los latinoamericanos creemos en esa medicina, en curar también con las palabras», expresa la venezolana, quien hace hincapié en mejorar el trato con el paciente.

Por otro lado, el MIR es una oportunidad para ejercer la especialidad. Según el MIRentrelazados, para la última convocatoria del MIR se presentaron 4.749 médicos a la prueba procedentes de universidades extranjeras. Al segundo llamamiento, de los 3.460 médicos presentados, 1.901 eran extranjeros. Las cifras destacan el elevado interés de los médicos latinoamericanos por poner en práctica la especialidad que poseen. «Yo me presenté para el MIR, y no quedé, pero lo haré de nuevo. Aquí no hay esa facilidad para obtener una plaza pública, la figura del sanitario no se reconoce como debería, por eso considero que a los médicos latinoamericanos se nos hace sencillo conseguir empleo», expresa Montilla. Asimismo, Sergio Ogueta tiene más de 33 años ejerciendo como médico y ve esta etapa de su vida de otra forma. «Siento que lo que quería ser como médico lo logre y ahora esta etapa es más familiar, sobre todo para que mi esposa pudiera tener un sueldo más digno dentro su profesión, aquí hay una situación que permite más progreso», comenta el argentino.